domingo, 5 de octubre de 2008

Apoyando la creatividad cultural

Nuestra asociación se complace en apoyar la exposición del pintor Rafael Díaz en la Fundació Cuixart, que se inaugurará el próximo 8 de Octubre de 2008 a las 20 horas.

Rafael Díaz, pintor ecuatoriano que no fue profeta en su tierra.

Durante años, Rafael Díaz Recalde fue tachado de insensato, y sus obras, censuradas en su natal Ecuador, mientras en otros países admiraban su trabajo y aplaudían su atrevimiento. Crítico con el sistema político de su país y enemigo acérrimo del la Iglesia católica.

Hijo de campesinos, Rafael aprendió desde pequeño a labrar la tierra y a trabajar para ganarse el pan de cada día, aunque en sus ratos libres y prácticamente a hurtadillas de su familia empezaba, como él mismo dice, a garabatear. “Mi primera incursión en la pintura la hice a una temprana edad, siempre estaba atento a las imágenes, a los paisajes o a los retratos, para luego intentar garabatear algo similar”, recuerda.Lejos de su familia y de los dedos inquisidores, a la edad de quince años se afincó en la capital ecuatoriana con la pretensión de darle rienda suelta a su vocación como artista. En Quito aprendió el oficio de carpintero, mientras se iba nutriendo con las revueltas estudiantiles, las protestas de los trabajadores y su relación con intelectuales versados en diversas materias.“Paralelamente a mi trabajo como pintor, era un fiel activista en defensa de los derechos de los trabajadores, e incursioné en la política con la idea cambiar algunas cosas. Hoy en día los discursos los hago a través de los pinceles y los óleos”, explica.

El éxito de un sueño está en la perseveranciaRafael es un artista autodidacta. Su talento y años de estudios por cuenta propia le llevaron a hacerle guiños a la danza, la poesía y el teatro, hasta que finalmente se decantó por la pintura, ya que para él es la mejor manera de expresar sus sentimientos, sus deseos, e invitar a que la interpretación de sus obras se hagan al libre albedrío. “Yo no fui a ninguna escuela a estudiar arte o pintura, para mí ser artista es una convicción, un estilo de vida, y mi salvavidas frente a la condición humana”, comenta.Lo cierto es que tuvieron que pasar cerca de quince años para que este imbabureño hiciera su sueño realidad: ver sus cuadros colgados de la pared de alguna galería o museo. El reconocimiento colectivo le llegó exactamente a la edad de treinta años, cuando le invitaron a presentar sus creaciones en una exposición colectiva. Desde el año 2002, luego de pasar una temporada en Nueva York y París, el artista vive en Barcelona, donde trabaja en su taller en la creación de obras y exposiciones.El trabajo del maestro Díaz ha sido expuesto en lugares como la galería New York Community College; en la Galería Winokurow Manchen, en Alemania, y en Durban Segnine Fine Art, en Miami.

No hay comentarios: